miércoles, 22 de julio de 2009

Capítulo 6: Dayane


Despertó justo cuando el sol rozaba sus cortinas de seda de importación. Miró al techo mientras exhalaba un suspiro casi inaudible. Cerró los ojos y se volvió, al darse la vuelta contempló la gran cama de matrimonio vacía, se sentía sola, se deprimió. Cada mañana le pasaba exactamente lo mismo. Las mismas emociones, los mismos sentimientos.La chica que lo había tenido todo fácil, o eso pensaban los demás. Se había casado, sí pero no con el hombre al que ella amaba, sino con el que había querido su padre. El chico en cuestión no es que tuviera mucho dinero, tampoco su familia tenía contactos ni era poderosa, solamente contaba con que sabía que nunca abandonaría a su hija. Desde el instituto Dyane le hablaba de él, que siempre estaba por ella le decía, así que creyó que sería lo mejor, hasta que hace nada se marchó. Un día sin avisar, se había marchado sin decir nada. Ya no había vuelta de hoja. ¿Qué era lo que había hecho mal? Necesitaba ayuda para superarlo. Su padre se equivocaba, el único motivo por el cual le había elegido para casarse con su hija se había arruinado.Bajó a desayunar, pero no tenía mucha hambre, así que se sirvió unos cereales en un bol y se tomó un zumo de manzana, luego se fue; tenía una reunión importante.Dayane trabajaba como directora creativa en una agencia publicitaria de su padre, que además también tenía dos multinacionales en las que quería gente de confianza, pero al marcharse el marido de su hija tuvo que poner a trabajar a gente de su propia familia, a pesar de que él sabía que lo único que quería esa gente era adueñarse de las multinacionales que tenía él. De todas formas ella lo único que soñaba era que algún día alguien la quisiera de verdad, y no por el dinero de su padre. Recordaba que en el instituto le hubiera gustado salir con un chico, se metía en bastantes líos, pero a ella le gustaba pensar que en el fondo era un buenazo; ese chico era Jack Mattews.Siempre se había arrepentido de no haberle dicho a Jack lo que sentía por él, pero tampoco sabía si le hubiera correspondido, así que aquella mañana Dayane tuvo una idea. Le dijo a su padre que pasara lo que pasara quería recuperar a su marido y que si él no iba a mover un dedo ella sí que saldría a buscarle, pidió unos días libres a su padre y se dispuso a buscarle. Pensó que Tom no era un hombre al que le gustaba ver mundo, además era más bien urbano, así que el único sitio cerca de allí que le pareció que le parecería lo suficientemente grande para esconderse cerca de casa era Nueva York, la gran manzana.Su padre le dio su aprobación a regañadientes, porque sabía que daba mala imagen a la familia eso de que el marido de su hija se hubiera fugado nada más casarse con ella, resultaba sospechoso.Ella no se tomó un lujo tan innecesario como Jack al trasladarse, simplemente cogió el coche, su brillante Jaguar XJ verde esmeralda, y cruzó el puente; así fue como Dayane se trasladó también a Nueva York.

1 comentario:

  1. bueeeeeeeno me he leido este toston y no ha estado mal(=
    jajaja el dibujo os quedo muy muy bien;)

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